La importancia de las emisiones de Alcance 3 y cómo contemplarlas
Dada la relevancia cada vez mayor del Inventario de Gases de Efecto Invernadero (GEI) como forma de hacer tangible el compromiso de las organizaciones con la pauta ESG y el combate a los cambios climáticos, es fundamental comprender el concepto del perfil de las emisiones. Dividiendo los alcances entre 1, 2 y 3, esta es la categorización que describe las emisiones de una empresa de acuerdo con el nivel de responsabilidad por la fuente identificada.
El Alcance 1 se ocupa de las emisiones directas de una compañía, como las de los procesos de producción. Ya el Alcance 2 envuelve las emisiones provenientes del uso de energía por la empresa. Mientras que el Alcance 3 está conectado a las emisiones bajo las cuales el evaluador no tiene control directo, como aquellas emitidas por proveedores de una cadena productiva.
Hasta recientemente, el inventario de las emisiones de alcance 1 y 2 era considerado suficiente para los objetivos de relatos organizacionales. Pero las iniciativas marcantes como el movimiento Net Zero, las metas basadas en la ciencia (SBTi) y los últimos informes de IPCC enfatizaron la urgencia de incorporar las emisiones indirectas para que el impacto de las empresas en el medio ambiente sea evaluado y reducido de forma más eficiente.
Para alcanzar la ambición de convertirse en Net Zero, una empresa necesita reducir sus emisiones, al menos, a niveles compatibles con la ambición global de mantener el calentamiento por debajo de 1,5°C y así compensar las emisiones residuales, es decir, aquellas que no fueron capaces de eliminar. Como se vio en el artículo anterior de este blog, la empresa debe reportar, monitorear y compensar no solo las emisiones referentes a su negocio, sino también la de toda la cadena de valor en la que está inserta, incluyendo a sus proveedores y clientes, lo que hace que el objetivo sea más complejo.
Para asegurar que las metas relacionadas al tema sean eficientes, viables de ser alcanzadas en las próximas décadas y estén de acuerdo con los más altos niveles científicos, una de las principales iniciativas es Science Based Targets Initiative (SBTi). La acción, concentrada en el establecimiento y reconocimiento de las metas, fue creada en el 2015, en una colaboración entre la ONG WWF, Carbon Disclosure Project (CDP), Pacto Global de la ONU y World Resources Institute (WRI).
Vale resaltar que para que una empresa tenga la meta aceptada por SBTi, necesita informar cual es el porcentaje de sus emisiones que advienen del Alcance 3. Y así, en el caso de superar el porcentaje de 40% de las emisiones, la empresa necesita incluir el Alcance 3 en el plan de reducción para que el SBTi considere la meta compatible con las ambiciones de la ciencia. Este es el caso de diferentes sectores, como moda y venta al por menor de alimentos.
¿Qué son las emisiones de Alcance 3?
Las emisiones de Alcance 3 son de responsabilidad indirecta de una organización, ya que son contabilizadas a partir de las emisiones de GEI procedentes de procesos realizados por terceros, participantes de la cadena de valor de una empresa. Divididas en 15 categorías, son clasificadas como Upstream, emisiones indirectas relacionadas a bienes y servicios comprados o adquiridos por las organizaciones, o Downstream, emisiones indirectas relacionadas a bienes y servicios vendidos.
En la categoría Upstream están contempladas las emisiones referentes a: Bienes y servicios comprados; Bienes de capital; Actividades relacionadas con combustible y energía no concluidas en los alcances 1 y 2; Transporte y distribución; Residuos generados en las operaciones; Viajes por negocios; Desplazamiento de funcionarios entre casa y trabajo; y Bienes arrendados. Ya las categorías Downstream envuelven: Transporte y distribución; Procesamiento de productos vendidos; Uso de bienes y servicios vendidos; Tratamiento al final de la vida de los productos vendidos; Bienes arrendados; Franquicias; e Inversiones.
¿Cómo contemplar emisiones de Alcance 3?
La identificación de los tipos de emisión es guiada por normas, siendo la principal de ellas el GHG Protocol, compatible con la ISO 14.064. De manera general, las normas definen los requisitos mínimos de un Inventario de GEI, como el establecimiento de un año base, la definición de los límites operacionales y organizacionales, la exclusión de fuentes y sumideros, entre otros.
Después de limitar las fronteras organizacionales y operacionales, el GHG Protocol indica los límites de responsabilidad sobre las emisiones de GEI, haciendo diferencia entre las fuentes de control directo de una empresa y cuales son de control indirecto. Así, será posible concluir cuales son las emisiones de Alcance 3 en un negocio.
Para una empresa que tenga ambiciones de presentar sus metas a SBTi, por ejemplo, es imprescindible el cálculo de las emisiones de Alcance 3. Este aspecto culmina en mayor complejidad para decisiones sobre la materialidad de cada categoría y para la colecta de informaciones, que muchas veces no están estructuradas dentro de la compañía.
El screening de este alcance envuelve, de esta forma, el entendimiento detallado de la cadena de suplementos, de la distribución y del uso de los productos producidos por una empresa, consiguiendo llegar a una larga cadena de actividades y procesos envueltos.
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