¿Por qué la trayectoria ESG es esencial para las empresas que realizan IPO?

La Oferta Pública Inicial de Acciones (IPO, en inglés, Initial Public Offer) es uno de los principales medios para que una empresa recaude fondos y viabilice planes de expansión e inversiones en nuevas operaciones o proyectos. La parte operativa de este proceso tiene dos aspectos centrales: uno de comunicación y exposición de la empresa, con el fin de darse a conocer y atraer inversores, y otro regulatorio, ya que la salida a la bolsa es regulada y exige que las empresas cumplan una serie de requisitos. La comunicación al mercado antes de la salida a bolsa y el proceso de IPO en sí se ven afectados por el aumento de la relevancia de la agenda ESG. 

La agenda ESG y las expectativas de los inversores 

Los escenarios para la inclusión de temas socioambientales y de gobernanza en la agenda empresarial se han fortalecido paulatinamente en los últimos años. En estos escenarios hay algunos puntos centrales. Uno de ellos, más acorde con los modelos tradicionales de mercado, está relacionado con la evaluación del riesgo de inversión. Es decir, los inversores exigen que los riesgos ESG se comuniquen de manera más clara para poder incorporarlos en sus evaluaciones de riesgo-rendimiento en relación con el capital invertido. En esta dirección, por ejemplo, en 2017, surgió el TCFD (Task force on Climate-related Financial Disclosures), grupo de trabajo sobre divulgaciones financieras relacionadas con el clima, en línea con las preocupaciones sobre los efectos del cambio climático en los negocios. 

En 2022, el Foro Económico Mundial publicó el Informe de Riesgos Globales¹, que informa que, en un horizonte de 10 años, los riesgos ambientales se encuentran entre las cinco amenazas más graves para el mundo, como el fracaso en la acción climática, eventos climáticos extremos, pérdida de la biodiversidad, la erosión de la cohesión social y las crisis de subsistencia. Además, la pandemia del COVID-19 ha demostrado la relevancia del pilar social, la S de la ESG, llevando las empresas a repensar su relación con la comunidad y sus colaboradores. 

Estas evidencias muestran que los inversores tienen cada vez más clara la importancia de una estrategia ESG consolidada para los resultados de los negocios en los que aportan capital. Las empresas con una estrategia ESG madura tienen una visión a largo plazo, considerando los riesgos ESG en su Plan de Gestión de Riesgos y en su estrategia de forma interdisciplinar y transversal a todas las áreas del negocio. Por tanto, tienen mayor resiliencia y adaptabilidad a los riesgos socioambientales, que se acentúan en el entorno organizacional, además de aprovechar las oportunidades y tendencias que se presentan con ellos². 

De esta forma, es importante que las empresas que buscan realizar la IPO estructuren una estrategia ESG desde el inicio de su planificación para la apertura de capital y den visibilidad a esta estrategia durante el roadshow, que consiste, resumidamente, en una serie de presentaciones de la empresa a potenciales inversionistas. Es un pitch sobre la oferta, que incluye proyecciones de escenarios, la historia de la empresa, objetivos, sus productos y resultados financieros pasados ​​y proyectados. La incorporación de información acerca de la estrategia ESG en este momento puede aumentar el atractivo al satisfacer las demandas de los inversionistas por este tipo de información. 

El impacto de la agenda ESG en ​​la regulación del mercado de capital 

Por otro lado, para consolidar la apertura de capital, la empresa debe cumplir con los criterios necesarios para el segmento de cotización del que desea formar parte. Las Bolsas de Valores definen distintos criterios de Gobernanza Corporativa para los segmentos, definiendo requisitos de transparencia y estructura organizacional. 

En la Bolsa de Valores de São Paulo, por ejemplo, los criterios más estrictos son para cotizar en el “Novo Mercado”. Los criterios de Gobernanza definidos reflejan los cuatro principios básicos de la Gobernanza Corporativa: Transparencia, Equidad, Rendición de Cuentas y Responsabilidad Corporativa. Las empresas que garantizan estos cuatro principios brindan a los inversores una mayor precisión en el análisis de sus roles. 

Además de los criterios para el IPO, la empresa, luego de ser listada, pasa a tener una mayor exposición, requiriendo un proceso de reporte más maduro exigido por las autoridades de control. En Brasil, la CVM (Comissão de Valores Imobiliários) desempeña esta función, cuyo objetivo es mantener la transparencia y garantizar a los inversores la información necesaria para el análisis, lo que permite una mejor asignación de capital. 

La CVM exige que las empresas que cotizan en la bolsa publiquen su información financiera a través del Formulario de Referencia. A partir de la consolidación de la percepción de que la agenda ESG es importante para analizar el riesgo de una inversión, se ha adaptado y actualizado la normativa para que las organizaciones reporten información sobre la gestión ESG. A través de la Resolución número 59 de 2021, la CVM adopta el modelo “informar o explicar” para la inclusión de información ESG en el Formulario de Referencia a partir del 1 de diciembre de 2022. 

Fundamentos de la estrategia ESG 

Para atender las nuevas exigencias, es necesario adoptar las mejores prácticas de gobernanza corporativa, que se refieren a los procesos, políticas y directrices que informan cómo funciona y se controla la empresa. Entre las principales prácticas de gobierno, se destacan las definiciones sobre cómo se incluirán los intereses de los stakeholders en su toma de decisiones y cuáles son los temas materiales – es decir, aquellos temas que reflejan los impactos más significativos de la empresa en la economía, el medio ambiente y sobre las personas (incluidos los impactos sobre los derechos humanos). 

Comprender estos impactos es fundamental para el desarrollo de métodos de gestión adecuados para los principales aspectos ESG mapeados. Además, se incluyen procesos que buscan asegurar la conducta ética de los negocios, estructuras de responsabilización y comités temáticos, por ejemplo, que aseguran la supervisión, seguimiento y gestión de los negocios de acuerdo con las principales políticas, directrices y objetivos corporativos. 

Adicionalmente, la empresa debe buscar integrar los riesgos ESG en su gestión de riesgos corporativos, ampliando el alcance de este análisis y asegurando la integración de temas como impactos del cambio climático en el negocio, salud y seguridad de los colaboradores y comunidades, y riesgos relacionados con la legislación emergente en relación con los aspectos ambientales y sociales. 

Con esta inclusión, se espera que la compañía pueda cuantificar el impacto financiero de los riesgos ESG, así como identificar tendencias y oportunidades, lo que permitirá la toma de decisiones más asertivas en cuanto a la asignación de capital, anticipando posibles riesgos y obteniendo una ventaja competitiva al aprovechar las oportunidades. 

Con una gobernanza corporativa bien establecida y una visión integrada de los riesgos ESG al negocio, la compañía contará con las bases necesarias para implementar y desarrollar acciones, proyectos y programas que aborden los temas ambientales y sociales más relevantes, contribuyendo al desarrollo de una estrategia ESG que sea coherente con la realidad corporativa y alineada con el negocio. 

Para asegurar la comunicación efectiva de esta estrategia, es fundamental que la empresa adopte prácticas de seguimiento de indicadores clave, preferiblemente en línea con estándares reconocidos internacionalmente, junto con prácticas de reporte, con el objetivo de garantizar la transparencia en cuanto a las prácticas adoptadas, el seguimiento de metas y compromisos. 

Cuestionarios, índices y ratings ESG 

Con la salida a bolsa, además de la necesidad de adaptarse a los requisitos de los organismos reguladores, las empresas ahora están más expuestas a la demanda de información sobre sus procesos de gestión ESG. 

Para estandarizar y permitir cierta comparabilidad entre empresas, se han creado diferentes marcos de apoyo a la elaboración de informes de sostenibilidad, la participación en índices bursátiles o la creación de calificaciones. Algunos ejemplos son el Carbon Disclosure Project (CDP), el Índice B3 de Sostenibilidad Empresarial (ISE B3) y el Dow Jones Sustainability Index (DJSI). Mediante cuestionarios, estos mecanismos evalúan empresas de diversos sectores sobre los mismos aspectos de gestión ESG y sirven de fuente de información para la toma de decisiones de los inversores. 

La etapa de reporte, que incluye la adhesión a estos cuestionarios y la elaboración de informes, es consecuencia de una estrategia consolidada, que depende de una buena gestión de la información. 

WayCarbon apoya las empresas de diferentes tamaños y sectores en este proceso, desarrollando análisis de materialidad, diagnóstico de madurez, desarrollo de planes de acción e indicadores, materiales de comunicación de posicionamiento ESG y procesos de reporte. Además, desarrolló Climas, software de gestión ESG que aporta agilidad, robustez y transparencia a la estrategia de sostenibilidad de las organizaciones. Póngase em contacto con nuestros expertos y obtén más información. 

 

 

Laís Ponte
Analista de Sustentabilidade at WayCarbon | + posts
Cecília Braga
Analista de Sustentabilidade at WayCarbon | + posts
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