Tendencias en la agenda climática en 2023
El año 2023 ha sido marcado por grandes acontecimientos en el ámbito de la sostenibilidad, como el lanzamiento de International Financial Reporting Standards (IFRS), la aprobación del Border Adjustment Mechanism (CBAM) por parte de la Unión Europea y la realización de la COP28, en Dubái. Pero, de cara a 2024, ¿qué puntos deberían estar en el radar de las empresas? Para entender a lo que deben prestar atención con relación a la agenda climática del próximo año, hablamos con Higor Turcheto, Gerente de Mitigción de WayCarbon.
- En su opinión, ¿cuáles son los principales temas de la agenda de descarbonización a los que las empresas privadas deberían prestar atención en 2024?
Sin duda, las organizaciones deben mantener acciones de mejora en su proceso de monitoreo y gestión de emisiones de GEI, alineadas con un proceso claro de descarbonización en un horizonte temporal. Y en este contexto, además de los esfuerzos de Alcance 1 y 2, es fundamental mapear y monitorear las emisiones indirectas en la cadena de valor (Alcance 3), identificando los principales desafíos y oportunidades que existen con sus proveedores, con la definición de un plan de compromiso, evaluación de sinergias para reducir emisiones y el despliegue de acciones prácticas para mitigar las emisiones indirectas.
Como parte de los compromisos para reducir las emisiones de GEI, alineados con la trayectoria de limitar la temperatura a 1,5°C, se invitará cada vez más a las organizaciones a demostrar cómo la estrategia de descarbonización se refleja en el modelo de gobernanza y planificación financiera de la empresa.
A lo largo del horizonte temporal, las organizaciones deben demostrar cómo esperan cumplir los objetivos a corto plazo y cuál es la planificación para las acciones de la agenda a largo plazo: net zero. Y en este sentido, como aún existe una brecha tecnológica que sustenta la curva de reducción de emisiones, además del foco en iniciativas que ya se practican el mercado – como la compra de certificados energéticos, electrificación de flotas livianas, reducciones de procesos y otras –, es importante una mirada a la necesidad de investigación y desarrollo de nuevos proyectos que satisfagan las necesidades empresariales.
- ¿Hay un plazo vinculado a las normas y obligaciones que comenzarán este año? ¿O algún nuevo framework que se espera que se lance el próximo año?
No existe un marco específico para la agenda de descarbonización desde una perspectiva regulatoria. Sin embargo, con la evolución de los mercados regulados, las empresas deberán informar sus datos de emisiones relacionados con el producto, siguiendo el ejemplo de la Unión Europea de que el primer informe de productos que hace referencia a CBAM debe continuar con su presentación antes del 31/01/2024. Desde esta perspectiva, las empresas que busquen adelantarse a la agenda de descarbonización pueden generar mayor competitividad, con la posibilidad de ofrecer productos con menor intensidad de carbono.
Además, las organizaciones que han alineado sus ambiciones de reducción de GEI con objetivos basados en la ciencia, como SBTi, deben intensificar la agenda de descarbonización y formalizar la evolución de este tema a través de sus informes de sostenibilidad.
- Las emisiones de alcance 3 son un desafío importante para la mayoría de las empresas. ¿Se puede decir que en los próximos años serán cada vez más demandadas por los stakeholders? ¿A qué se debe tanta importancia?
Sí, esta es un área relevante para diseñar una buena estrategia de descarbonización y el mercado ha animado cada vez más a las empresas a seguir con esta contabilidad. Desde la perspectiva de una empresa que se esfuerza por alcanzar un objetivo basado en la ciencia, calcular las emisiones de la cadena de valor (Alcance 3) es una condición obligatoria. Según la metodología SBTi, para que una empresa presente un objetivo a aprobación, necesitará gestionar sus emisiones indirectas de forma obligatoria.
A pesar de la complejidad de monitorear este alcance, la gestión de la cadena de valor genera un círculo virtuoso necesario para la trayectoria de reducción de emisiones vinculada a limitar el calentamiento global a 1,5°C. Sin el compromiso de todos los sectores será difícil alcanzar los niveles de reducción esperados. Además, a partir de este análisis, es posible crear sinergia entre cliente-proveedor, promoviendo un ambiente de beneficios mutuos en la adopción de medidas de mitigación. En la práctica, se observa que las grandes empresas, ya involucradas con la agenda climática, terminan influyendo en las más pequeñas para que se comprometan con la causa.
- ¿Qué consejo les daría a las empresas que quieran avanzar hacia una operación baja en carbono en 2024?
El primer paso en el camino de la descarbonización es definir claramente la ambición de la organización, divulgando cuáles son las expectativas de reducción de emisiones – a corto y largo plazo – y desplegando estos objetivos dentro de la planificación estratégica del negocio, para que se reflejen en los planes de crecimiento, financieros y de inversión en proyectos de mitigación.
Sumado a esto, la operacionalización de una estrategia de descarbonización con excelencia requiere dedicación e involucramiento de la alta dirección, que pueda apoyar la toma de decisiones en la agenda a través de la definición de un modelo de gobernanza que abogue por la responsabilidad transversal entre todas las áreas del negocio y priorice las inversiones.