Entrevista: el financiamiento climático en el centro del debate

Iniciada el 11 de noviembre, la COP29 concluyó en la madrugada del domingo 24, superando el plazo oficial de cierre del evento, que estaba previsto para el viernes (22). El retraso se debió principalmente a las discusiones sobre el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG, de su sigla en inglés), que pasó de USD 100.000 millones a 300.000 millones anuales hasta 2035, destinados a acciones de mitigación del cambio climático en países en desarrollo. 

“El monto comprometido sigue estando muy lejos de lo necesario para enfrentar los efectos del cambio climático, especialmente en los países más vulnerables, ya sean demandas de mitigación o de adaptación. Sin embargo, el aumento acordado de la meta en la COP29 no deja de ser un reconocimiento por parte de la comunidad internacional de la relevancia del tema y de la necesidad de mayores recursos”. Esta es la visión de Bruna Araújo, gerente de Finanzas Sostenibles de WayCarbon. 

Araújo siguió desde Brasil las negociaciones y los principales temas relacionados con el financiamiento climático en la COP29, y compartió su evaluación en esta entrevista exclusiva. La conversación incluyó los puntos clave que empresas y gobiernos deben tener en cuenta tras las decisiones anunciadas en el evento y las expectativas para la COP30, que se llevará a cabo el próximo año en Belém, Brasil. Consulte a continuación: 

1. ¿Podemos decir que hubo avances en el tema del financiamiento climático durante la COP29? Si es así, ¿cuáles serían los principales, según su perspectiva? 

Había muchas expectativas en torno a las discusiones sobre financiamiento climático en la COP29, siendo uno de los temas principales de la programación y reforzando el protagonismo cada vez mayor del financiamiento en los debates sobre cambio climático. En esta edición, se lograron avances significativos, como el compromiso de los países desarrollados de aumentar el volumen de recursos destinados a esta causa. Por primera vez, China se unió a este grupo de países, y la NCQG aumentó de USD 100.000 millones a 300.000 millones anuales hasta 2035. Otro punto destacado fue la aprobación de nuevas reglas para los mercados de carbono, con avances en la definición del Artículo 6 del Acuerdo de París, lo que proporciona más incentivos para la participación del sector privado en este tipo de mecanismo. Los desafíos siguen siendo sustanciales, pero vale la pena celebrar los logros de esta COP29. 

 2. ¿Qué opina de la NCQG anunciada en el acto?

El monto comprometido sigue estando muy lejos de lo necesario para enfrentar los efectos del cambio climático, especialmente en los países más vulnerables, ya sea para demandas de mitigación o de adaptación. Sin embargo, el aumento acordado de la meta en la COP29 representa un reconocimiento por parte de la comunidad internacional de la relevancia del tema y de la necesidad de mayores recursos. Una reflexión importante no se centra únicamente en el monto de la meta, sino también en cómo estos recursos llegarán a quienes más los necesitan. ¿Cuáles serán los mecanismos de implementación? ¿Quiénes serán los beneficiarios? Cuando los recursos disponibles son inferiores a lo necesario, este tipo de decisión adquiere una relevancia aún mayor para garantizar que la meta tenga una contribución efectiva. 

3. Se habla mucho sobre el estancamiento en los flujos financieros para abordar la agenda climática, incluyendo qué países deberían asumir los costos, cuáles recibirán los recursos y cómo se implementará este proceso. ¿Podría explicar cómo funcionaría en la práctica este flujo de financiamiento global para acciones climáticas? 

Este es un arreglo complejo que involucra una combinación de recursos provenientes de diversos orígenes: fuentes públicas, como las contribuciones de países desarrollados (como la NCQG), y privadas, a través de la operación de mercados de carbono y la inversión en proyectos verdes. Una vez identificada la procedencia de los recursos, se pasa al órgano que facilita el flujo de este financiamiento. Contamos con instituciones financieras multilaterales, como el BID, el Banco Mundial, entre otros; y fondos climáticos, como el Green Climate Fund, que reciben y distribuyen estos recursos a entidades del sector público, como una ciudad en un país en desarrollo, o mediante la asignación directa a proyectos sostenibles que cumplan con los criterios necesarios para acceder a este tipo de recursos. Por lo tanto, dada la multiplicidad de actores, los orígenes de recursos y las reglas de aplicación, es fundamental que los distintos eslabones de la cadena estén bien coordinados para garantizar que los recursos lleguen efectivamente a quienes los necesitan. 

4. ¿En qué decisiones de la COP29 deben centrarse las empresas y los gobiernos? 

En el caso de los gobiernos, la Nueva Meta Colectiva y Cuantificable representa una oportunidad para que un mayor volumen de recursos llegue a países, estados y ciudades. En este sentido, invertir en gobernanza climática, definición de metas y proyectos prioritarios es esencial para una acción más efectiva de las entidades públicas en la atracción de estos fondos. Para las empresas, es relevante seguir de cerca los avances en la regulación del Artículo 6, que establece reglas para el funcionamiento de los mercados de carbono. Esto es particularmente importante considerando la evolución de los compromisos climáticos, ya sean voluntarios o resultado de iniciativas regulatorias, vinculados a la compensación de emisiones y a la inversión en tecnologías que reduzcan la emisión de carbono. Además, es clave mantenerse actualizado respecto a las nuevas exigencias de transparencia climática. 

5. Finalizada la edición 2024, ¿cuáles son las expectativas para la COP de Belém, en Brasil, el próximo año? 

Hay grandes expectativas para la “COP de la floresta”, como el gobierno brasileño ha promovido la COP que se realizará en la ciudad de Belém do Pará el próximo año. Se espera mayor claridad sobre la implementación del «Baku to Belém Roadmap«, una iniciativa que busca movilizar más de USD 1 billón al año para combatir el cambio climático. Con la realización del encuentro en Brasil, otros temas deberían ganar protagonismo, como el papel de las soluciones basadas en la naturaleza, la agenda de adaptación y el fortalecimiento del Fondo de Pérdidas y Daños. El financiamiento seguramente seguirá siendo uno de los temas principales de la COP, aunque compartirá protagonismo con asuntos más vinculados a la realidad de Brasil y la Amazonía, como los mencionados anteriormente. 

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Maria Luiza Gonçalves
Jornalista e Analista de Comunicação at WayCarbon | + posts
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